Varios son los factores que tienen un papel primordial en el deterioro de zonas verdes o zonas naturales. Dichos factores contribuyen a un cese de funciones territoriales. No solo se impone una negativa imagen natural, sino que el suelo deja de ser funcional para la vida constante de diversas especies de fauna y flora.
El mundo sufre un crecimiento progresivo de desertificación por motivos de cambios climáticos, deteriorando los suelos y zonas verdes. Pero no solo se deriva por estos cambios, la explotación de minerales, el trabajo constante de cultivos, entre otras, hacen que esta problemática sea un divisor de productividad y subsistencia.
La imagen de desgaste que generan estas zonas es de un impacto negativo, pues su falta de vida los convierte en suelos peligrosos dentro de una superficie.
Se estima que un 40% de la superficie de la tierra está comprendida por suelos secos que se convierten en desiertos. El 70% de tierras productivas están en constante peligro, lo cual afectaría a una sexta parte de la población mundial.
Y esto no solo sucede en los campos, también en los lugares que frecuentamos constantemente y donde hay movimiento constante.
Son muchos los negocios o espacios recreativos que incluyen zonas verdes aptos para la recreación y el paisajismo dentro de sus servicios, esto con el fin de dar un ambiente natural y un llamado al descanso y relajación. Los diversos cambios ambientales y climáticos, son los principales factores que atribuyen al desgaste de esta zona haciendo que propietarios y administradores de estos lugares, deban invertir grandes sumas de dinero en reparaciones constantes y en costosos mantenimientos, teniendo en cuenta que esto tendrán que volver a hacerlo en un corto o mediano plazo. Por otro lado, estos factores influyen directamente en la decisión de los consumidores en adquirir o pagar por estos lugares.
Para evitar que los niveles de desertificación crezcan, y que afectan en su totalidad las zonas áridas, se aconseja tener presente varios principios de cuidado y contribución natural. En primera instancia un manejo técnico adecuado del uso del agua, por otro lado, mejorar el uso adecuado de fertilizantes para actividades de cultivos. Por último, restaurar la cubierta vegetal para minimizar las causas de deterioro y protección de este.
Sabemos lo complicado que es cuidar suelos naturales cuando se prestan servicios vacacionales, de recreación, o cuando se quiere ofrecer un espacio de ambiente natural, es por eso que TAPISOL ofrece una variedad de productos de gramas sintéticas que contribuyen directamente a las necesidades de estos espacios con una amplia línea de productos.
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